Hombres y Mujeres de la salud, que enfrentaron la guerra bactereológica
Año 1981, personas con rostros demacrados, que a veces no podían ni explicar los síntomas llegaban al cuerpo de guardia del único hospital provincial, nombrado “San Juan de Dios” y que hoy es el “Celestino Hernández Robau’’ de Villa Clara. Fueron tiempos de faenas agotadoras, de suspensión de vacaciones para doctores, personal paramédico y residentes, que se enfrentaban día a día a la muerte.
¿Por qué?.Desde l962 había iniciado la guerra bacteriológica contra Cuba, y casi 20 años después introdujeron el dengue hemorrágico en la isla. Así lo confirman documentos desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia, (CIA).
Fue una época de pocos médicos y muchos enfermos, me comentó el doctor Antonio Eugenio Artíles, especialista en Medicina Interna una gloria de la Medicina Cubana. con 86 años de edad y ya jubilado. No puede olvidar aquellos momentos de fatigosas jornadas laborales
Recuerda que cada caso era sometido a 7 u 8 investigaciones y que el primer día de la epidemia, sólo había un clínico, dos residentes y dos internos.. De pronto vieron en el cuerpo de guardia una gran concentración de personas que pedían auxilio, porque sentían dolor de cabeza, o desfallecidos por diversos malestares de la enfermedad.. Es cuando se acuerda de una frase que se le escapó del alma: ’’Mucha gente para poca gente’’.
Pero ello no los amedrentó, confiesa el octogenario, que comenzaron a laborar sin mirar el reloj y que al; no existir el actual desarrollo de recursos humanos y asistenciales, el Ministerio de Salud habilitó nuevas salas en diversos centros y fortaleció el sistema de la atención al grave.
Afirma, que fue un momento de reto para los trabajadores de la salud, pero que supieron vencerlo. Y agrega, fue una época de valor histórico porque surgieron los cuidados intensivos pediátricos..
Afirma que ningún país tiene derecho a matar a los habitantes de otro, y mucho menos con la introducción de enfermedades. Vuelve a recordar y a su memoria afloran aquella mirada azul de una joven que con 20 años falleció por dengue hemorrágico.
‘’Asistían de cualquier lugar con dolor de cabeza intenso,, fiebre alta, manifestaciones neurológicas, hematológicas y otras, pero a veces ya llegaban en estado de choque por la enfermedad y morían.’’
Otras apreciaciones de la época las ofrecen expertos de la medicina interna, que en aquellos momentos estudiaban la especialidad, como los doctores Amaury Bendoyro, quien actualmente labora en el hospital clínico ‘’Arnaldo Milian de la Provincia”y Perla Martines trabajadora del policlínico Santa Clara.
Confiesan que cada cuatro horas tomaban los signos vitales a los pacientes y vigilaban la presencia de las manchas en la piel, mientras sus profesores atendían a los graves, sin dejar de instruirlos.
Afirman, que muchos de los que estuvieron en el primer frente de esta ofensiva por la vida fallecieron, pero dejaron su ejemplo y profesionalidad a todos los educandos. Forman parte de esta historia, los ya desaparecidos doctores, Rolando Cuadrado Machado, toda una autoridad en la investigación y el diagnóstico del dengue, junto a los prestigiosos especialistas Ángel Días Alba, Luís Martín y Francisco Martines Delgado.
Al decir de la doctora perla, para ella esa batalla fue gratificante, pues pudieron ganarla, de ahí que se siente orgullosa de formar parte de ella.
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