!La Fruta Maravilla.Más Vitaminas que Semillas.
Los vendedores de frutas ambulantes, alzan el tono de sus voces, bajo temperaturas altas, que colman la paciencia de cualquier humano. Van de acá par allá y de allá para acá, en tiempos de pregones con altas y bajas, que denotan cierto cansancio ante el sol que exprime sus camisas.
Casi siempre llevan sobre sus espaldas los sacos, con las frutas más pequeñas, como la ciruela, la chirimoya, la guanábana, guayaba y los mangos de variedades que no ocupen mucho espacio en el envase, ni haga estragos en la columna vertebral.
Hace poco un moreno que caminaba por el Reparto Sandino en Santa Clara, llevaba unas chirimoyas y unas guanábanas y llamó de mi atención, que sólo anunciaba una fruta, la guanábana, con una frase que despertó la curiosidad y elevó la clientela al decir: Llevo la fruta maravilla, más vitaminas que semillas.
Entonces pensé en aquellos abuelos, que no permitían que los niños comieran la guanábana, porque vaticinaban que era muy fría, que provocaba afecciones respiratorias. Muy por el contrario, diversas indagaciones realizadas señalan que la fruta es rica en vitaminas, minerales y aminoácidos, que favorecen la salud de los humanos.
Le atribuyen propiedades anticancerígenos y afirman que todas las partes de la planta pueden aprovecharse. Por ejemplo el zumo de la fruta madura es bueno para el hígado y tiene efecto diurético, según afirman diversos artículos que circulan por Internet.
Dicen que el te de hojas con guanábana tiene efectos antiespasmódicos, antidiabéticos, sedativos y vasodilatadores., por citar algunas de sus propiedades. Lo cierto es que tales investigaciones echan por tierra la teoría empírica de nuestros abuelos, y me hacen pensar que los vendedores ambulantes, conocen la historia cuando anuncian. Llegó la fruta maravilla más vitaminas que semilla.
Sé de uno que me hace reír día tras día, cuando le dice a los muchachos. Oye niño lloren para que sus padres compren mi frutas.
Casi siempre llevan sobre sus espaldas los sacos, con las frutas más pequeñas, como la ciruela, la chirimoya, la guanábana, guayaba y los mangos de variedades que no ocupen mucho espacio en el envase, ni haga estragos en la columna vertebral.
Hace poco un moreno que caminaba por el Reparto Sandino en Santa Clara, llevaba unas chirimoyas y unas guanábanas y llamó de mi atención, que sólo anunciaba una fruta, la guanábana, con una frase que despertó la curiosidad y elevó la clientela al decir: Llevo la fruta maravilla, más vitaminas que semillas.
Entonces pensé en aquellos abuelos, que no permitían que los niños comieran la guanábana, porque vaticinaban que era muy fría, que provocaba afecciones respiratorias. Muy por el contrario, diversas indagaciones realizadas señalan que la fruta es rica en vitaminas, minerales y aminoácidos, que favorecen la salud de los humanos.
Le atribuyen propiedades anticancerígenos y afirman que todas las partes de la planta pueden aprovecharse. Por ejemplo el zumo de la fruta madura es bueno para el hígado y tiene efecto diurético, según afirman diversos artículos que circulan por Internet.
Dicen que el te de hojas con guanábana tiene efectos antiespasmódicos, antidiabéticos, sedativos y vasodilatadores., por citar algunas de sus propiedades. Lo cierto es que tales investigaciones echan por tierra la teoría empírica de nuestros abuelos, y me hacen pensar que los vendedores ambulantes, conocen la historia cuando anuncian. Llegó la fruta maravilla más vitaminas que semilla.
Sé de uno que me hace reír día tras día, cuando le dice a los muchachos. Oye niño lloren para que sus padres compren mi frutas.
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