#Cuba.Imágenes de un accidente.

Progenitoras estremecidas por el llanto,  ambulancias que entraban y salían con pacientes, médicos que imprimían velocidad a sus ómnibus para llegar a su hospital. Esto y mucho más  observé en la mañana del 2 de noviembre en Villa Clara, donde ocurrió un accidente del tránsito en el kilómetro 13 del municipio del municipio  de Manicaragüa.

En esa zona colisionaron una guagua Girón  y un camión, los dos vehículos se volcaron.  28  personas recibieron daños corporales. El mayor porcentaje eran jóvenes estudiantes de la escuela “Formadores de Maestros” del territorio que iban dos días de receso escolar  hacia sus hogares en esa zona.

De nuevo  el Sistema  de Emergencia Médica, con personal calificado a bordo  fue al rescate de los lesionados, de nuevo se activo de manera ejemplar el sistema de salud de Villa Clara, fundamentalmente en los hospitales clínico “Celestino Hernández” y pediátrico “José Luís Miranda”, centros  que volvieron a demostrar su destreza en caso de desastre.

Ahora observe en la foto, de mi colega Víctor Valdés, el estado en que quedaron los ómnibus, pero no tengo la imagen  estremecedora de las madres buscando a sus hijos y de la ecuanimidad de los médicos y paramédicos, que ante todo le expresaban que hasta ese momento estaban vivos y les decían  la sala y número de cama en que de hallaban.

Esto ocurrió el sábado dos de noviembre, el  llamado día de los “Fieles Difuntos” y ya   el lunes habían recibido el alta médica 22 de los aquejados. Evolucionaban bien los 4 ingresados del “Arnaldo Milian Castro. Dos quedaban en el pediátrico, una de ellas en estado crítico.

Y cuando 48 horas después del hecho, escribo estas líneas,  mi cerebro no borra las imágenes de los pitos de ambulancia, los médicos pidiendo vía para ocupar posiciones en  su hospitales y  la crisis de pánico que le dio a una niña y que sólo pudo atenuar el abrazo de su madre.

A veces las heridas de  psiquis hacen tanto o más daño que las corporales.